Hay una frase tan popular y conocida que hasta me inquieta repetirla, dice asi: el fin justifica los medios ¿será cierto? Creo humildemente que tendrían que darse varias circunstancias, pero no es mi intención iniciar un debate filosófico, sino trasladarla al terreno futbolistico. Ayer Estudiantes tenía un fin: traer a nuestro país la copa del Mundial de Clubes junto con la gloria histórica que significaba obtenerla.
El medio para poder participar de ella fue un trabajo de varios años con recambio de apellidos tanto en el campo de juego, como en el cuerpo técnico. Así fue logrando campeonato, Copa Libertadores y el pase al máximo torneo para un club de fútbol. De esta manera, llegaron hasta Abú Dali donde los mejores equipos de cada continente disputan la preciada copa.
El primer rival fue Pohang Steelers, un equipo con jugadores que se encargaron de demostrar las mil maneras de convertir una falta, a tal nivel que en un momento del juego tuve un dejavu: la tapa de la revista El Gráfico, Mundial 1986 Maradona cayendo al suelo con un rostro donde exponía un claro dolor, mientras un jugador de la selección coreana atendía su rodilla. Pero volvamos a Estudiantes, los de Sabella lograron imponerse por 2-1 y el pase a la final. Allí lo esperaba el Barcelona, ese equipo que parece invencible, el que gana todo, el que año tras año deja la impresión que se auto supera.
Y llego el domingo y los sueños dejaron de serlo para convertirse en una realidad. Estudiantes estaba a un paso de ser el mejor equipo del mundo. Mauro Boselli dio el primer paso 1-0 y los pinchas acariciaban la gloria pero a los 89 el catalan Pedro puso el empate. Tiempo suplementario y todo lo que eso implica en el futbol. Faltando tan solo 10 minutos un “compatriota” nos clavó un puñal. Lionel Messi a través de un pique que remato con el pecho logro el 2-1 y la gloria para el Barça. Los catalanes una vez mas repetían su historia, los de Guardiola, quizás con experiencia a su favor se adueñaban de la copa.
Reitero que se que el fin para el pincha era volver con el titulo. Pero con semejante camino recorrido – podríamos llamarlo medios- creo que la gloria en su caso ya es inajenable. Porque con nombres como Veron, Braña, Benitez, Boselli y la lista tendría que continuar, llevaron nuestro fútbol al nivel más alto, al techo, al cielo….
Con todo esto me pregunto ¿importa acaso el no haber traido entre las manos la tan preciada copa? No me equivoco si respondo con una negación porque nuestro fútbol también es conocido por ser exitista. Hoy tendríamos que borrar esa característica aunque sea por unas horas y ver lo que Estudiantes logro y simplemente por eso decir:
GRACIAS Y FELICITACIONES
El medio para poder participar de ella fue un trabajo de varios años con recambio de apellidos tanto en el campo de juego, como en el cuerpo técnico. Así fue logrando campeonato, Copa Libertadores y el pase al máximo torneo para un club de fútbol. De esta manera, llegaron hasta Abú Dali donde los mejores equipos de cada continente disputan la preciada copa.
El primer rival fue Pohang Steelers, un equipo con jugadores que se encargaron de demostrar las mil maneras de convertir una falta, a tal nivel que en un momento del juego tuve un dejavu: la tapa de la revista El Gráfico, Mundial 1986 Maradona cayendo al suelo con un rostro donde exponía un claro dolor, mientras un jugador de la selección coreana atendía su rodilla. Pero volvamos a Estudiantes, los de Sabella lograron imponerse por 2-1 y el pase a la final. Allí lo esperaba el Barcelona, ese equipo que parece invencible, el que gana todo, el que año tras año deja la impresión que se auto supera.
Y llego el domingo y los sueños dejaron de serlo para convertirse en una realidad. Estudiantes estaba a un paso de ser el mejor equipo del mundo. Mauro Boselli dio el primer paso 1-0 y los pinchas acariciaban la gloria pero a los 89 el catalan Pedro puso el empate. Tiempo suplementario y todo lo que eso implica en el futbol. Faltando tan solo 10 minutos un “compatriota” nos clavó un puñal. Lionel Messi a través de un pique que remato con el pecho logro el 2-1 y la gloria para el Barça. Los catalanes una vez mas repetían su historia, los de Guardiola, quizás con experiencia a su favor se adueñaban de la copa.
Reitero que se que el fin para el pincha era volver con el titulo. Pero con semejante camino recorrido – podríamos llamarlo medios- creo que la gloria en su caso ya es inajenable. Porque con nombres como Veron, Braña, Benitez, Boselli y la lista tendría que continuar, llevaron nuestro fútbol al nivel más alto, al techo, al cielo….
Con todo esto me pregunto ¿importa acaso el no haber traido entre las manos la tan preciada copa? No me equivoco si respondo con una negación porque nuestro fútbol también es conocido por ser exitista. Hoy tendríamos que borrar esa característica aunque sea por unas horas y ver lo que Estudiantes logro y simplemente por eso decir:
GRACIAS Y FELICITACIONES
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